El caso de Susan, ayuda a Camerún
Compartimos este caso, explicado por Marc (mi hijo) que está en Camerún en la ONG Reach Out Cameroon y solicitan ayuda para Susan.
Susan es una madre de 3 hijos de Tole, una comunidad
rural del suroeste de Camerún. Susan no siempre ha vivido en Tole. Antes estaba
en el municipio de Muyuka, con su novio de toda la vida, Eyambe. Eyambe era
su “Massa” (marido) una condición que rara
vez se formaliza legalmente. Un día Susan le dijo a Eyambe que estaba
embarazada de su cuarto hijo. Él entonces le exigió que abortase y cuando esta
se negó la expulsó a ella y a sus tres hijos del hogar donde habían vivido once
años juntos.
El aborto que Eyambe solicitaba no era en un
hospital o institución médica de ningún tipo, sino por el método “tradicional”
que incluye infusiones, violencia y falta de higiene. El embarazo no venía por
un accidente, sino por la negativa sistemática por parte de Eyambe a usar
condón. Eyambe todavía no ha vuelto a interesarse por sus 3 hijos, ahora vive
con otra mujer en Muyuka y ya ha tenido uno nuevo con ella. El estado tampoco
le obliga a ninguna responsabilidad para con sus hijos o con Susan.
Así que Susan cogió sus cosas y se fue. Se fue a
Tole porque la aldea tiene fama de barata y atraída por la perspectiva de
trabajar en la plantación de té. Un sitio donde empezar de nuevo para alguien
sin recursos. Allí nació su cuarto hijo, Godwill (“voluntad de Dios”).
Empezó a trabajar en la plantación y a intentar
sacar adelante pequeños negocios, incluso se atrevió a cortar y vender madera,
una actividad generalmente reservada a los hombres, la plantación y estos otros
trabajos empezaron a afectar a su salud, pero no tenía otra opción.
Allí en Tole la encontramos nosotros. Reach Out
Cameroon trabaja en la región suroeste con todo tipo de poblaciones vulnerables
en temas de género, salud y creación de riqueza. La reclutamos para nuestro
programa en Tole y recibió ayuda para empezar un negocio. Aún continuando su
trabajo en la plantación, empezó a dedicarse a la cocina y venta de caracoles
(se cuecen y venden en pinchitos y se comen con mucho picante). La cosa
funcionaba, el negocio generaba muy buenos beneficios y Susan cada vez estaba
más afianzada en su nueva comunidad. Quizá todo había sido para bien. Hasta aquí es lo que solemos llamar una
“historia de éxito” el tipo de historia que recogemos para nuestros informes y
para dar visibilidad a la importancia de nuestro trabajo. Pero las personas reales
no son historias.
De repente Godwill se puso enfermo y Susan empezó
una odisea por distintos hospitales durante la cual perdió todo su dinero.
También perdió su trabajo en la plantación
por los días que faltó al trabajo. Finalmente Godwil murió sin que nadie
pudiese darle un diagnóstico acertado.
Susan se vió obligada a separarse de dos de sus 3
hijos, Mac Philip y Sarantia han ido a vivir con otras familias locales que se
han ofrecido a acogerles temporalmente. Quinette se ha quedado con ella y la
ayuda a vender después de clases.
Pero esto no es una historia para dar pena, es una
historia sobre una mujer fascinante. Sin dinero y sin trabajo Susan encontró a
una vecina dispuesta a prestarle 3500 francos, esto es 5 euros y 34 céntimos.
Empezó a preparar chin-chin, repostería típica de Camerún (básicamente una mezcla
de harina y azúcar) y se puso a venderlo por toda la aldea junto a su hija.
Cada día hacen un beneficio que les permite comer (por menos de 1 tercio de
euro al día), ahorrar e ir pagando el préstamo. El detalle más interesante es que esta
solución desesperada es de hecho bastante ingeniosa. Susan ideó una manera de
preparar y vender el chin-chin (básicamente hacer una especie de galleta y
venderla por 25 francos en vez de lo habitual, vender muchos daditos pequeños
en bolsas por 100 francos) que está tan bien adaptada al bajo poder adquisitivo
de la zona que no sólo ha sido un éxito para ella, varias mujeres ya han
copiado su estrategia y están distribuyendo el mismo producto.
En diciembre de 2015 creamos una campaña de
crowdfunding sólo para ella, y recibió el apoyo extra que necesitaba, empezó a
ahumar y vender pescado y más adelante abrió su propia tienda en la aldea. En
junio se reunió definitivamente con sus hijos.
Todo muy bien, pero Susan es una persona, historias
como esta se repiten una y otra vez, mujeres en viviendo en el límite de la
pobreza, progresando poco a poco cada día, pero sin red de seguridad cualquier
desastre destruye su trabajo de años. Por eso este año queremos registrar 500
mujeres como Susan en un sistema experimental de seguros de salud para los más
pobres, es un programa del Ministerio de Salud de Camerún en colaboración con
organismos internacionales, que nosotros queremos hacer llegar a nuestra
población objetivo, lo más pobres. Por eso nosotros cubriremos el coste del primer
año.
Asegurar a una mujer como Susan y a una familia
entera no cuesta ni 10 euros. Te apetece evitar una catástrofe? Sigue este link (abajo)
Este 29 de Noviembre cada donativo recibirá un 50%
extra de bono por GivingTuesday, si das 10 euros nos llegarán 15, no hay
excusas! Apúntate a este movimiento que no para de crecer y ayúdanos a difundir
historias como la de Susan y comparte esta historia con otras personas.
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