La soledad.
Esa profunda sensación
de abandono, ese desgarro interior que sentimos y del que huimos casi de
inmediato a la búsqueda de cualquier cosa que pueda menguar el dolor… eso que
no queremos enfrentar, eso que no podemos ni ver cuando otra persona lo sufre y
que no se soporta cuando es en la propia experiencia… la soledad.
No hablo de una
soledad tranquila sabiendo que te estás tomando un tiempo de descanso mientras
tus amistades, familia y obligaciones te han permitido un espacio para ti…. esa
es una soledad amigable, divertida e incluso feliz… no, no es esa soledad a la
que me refiero ahora...
Te hablo de esa
soledad que sientes cuando parece que la vida te abandona, cuando sientes
profundamente una separación de todos y de todo lo que ves… esa que surge de dentro y que parece
expandirse abarcando toda tu experiencia. Esa que los demás detectan y que
“huyen” de ti como si de la peste se tratara porque esa soledad se huele, se
percibe, se teme…
Esa es la soledad
que si aceptamos y vivimos intensamente te transformará de un modo tan
revelador que nunca más percibirás ese dolor… pues esa soledad es elegida.
Aunque no lo comprendas, aunque parezca que todos te abandonaron, aunque creas que
es producto de un error, tal vez de algo que hiciste mal o que te hicieron a
ti, no. Esa es una experiencia elegida por ti a un nivel de conciencia al que
ahora mismo no puedes acceder para comprenderlo, sin embargo si la aceptas como
tu elección y reconoces que no puedes salir de ese conflicto que has creado tu sol@
y pides ayuda a la Vida para resolverlo
y te entregas completamente a la Vida, entonces en la misma intensidad
que seas capaz de aceptar plenamente la experiencia de dolor, de soledad, en
esa misma intensidad …esta será sanada, pues al aceptar la experiencia y
entregar tu voluntad reconociendo que no sabes cómo resolver ese conflicto
creado por ti, estás aceptando que la Vida sane esa profunda herida en tu alma,
y la paz ocupará el lugar que dejó vacío la entrega de tu dolor…
y entonces es cuando descubres que ...
Nunca estás solo.
y entonces es cuando descubres que ...
Nunca estás solo.
Comentarios
Publicar un comentario