Cuando mi mama se fue al cielo

La relación con los padres es siempre un factor a trabajar cuando hacemos terapia y crecimiento personal. De ambos siempre hay uno de los dos con el que tenemos más afinidad y el otro parece ser una relación de conflicto. No nos damos cuenta de que el Amor por ambos es el mismo porque manifestamos emociones que nos cuesta reconocer.
Mi madre era mi relación de conflicto. En realidad nunca supe porque, pero quizá el idealizar a mi padre fuera la causa. El porque no importa, lo importante solo es el Amor y el Amor  es el mismo siempre, no hay que intentar amar a ambos igual, eso es así, ya es un hecho, pero si que hay que disolver todo lo que impide que se manifieste ese amor.
Después de trabajar años con el libro “Un curso de milagros”, mi madre fue mi primer milagro. La perdoné. Y lo hice por lo que no sabia que era que  la estaba perdonando, le pedí a Dios que me ayudara porque  yo no sabía que estaba haciendo mal con ella en el proceso del perdón y Le entregué todas y cada una de las emociones y pensamientos de conflicto y negativos que aparecieron en mi mente durante esos instantes de oración… sentí en mi corazón  una paz tan grande que las lágrimas surgieron, unas lágrimas de felicidad.

Y así se manifestó mi milagro:

“La siguiente vez que fui a ver a mi madre a la residencia donde estaba todo había cambiado, lo vi en nuestra conversación, la abracé, la besé, hablamos como amigas de sus actividades, de cuando yo era pequeña, de mi padre, de mi hermano… así fue hasta siempre y en los años siguientes se consolidó nuestra relación, sencillamente surgió el Amor, que siempre había estado allí oculto tras los pensamientos condicionados y las emociones ocultas de mi ego. Y unos dos años después de la transformación su alma decidió volver al cielo. Empezó el proceso con el desarrollo de una enfermedad.
Ella supo que tenía cáncer pero no me lo dijo, sabía que se estaba marchando pero no me dijo cual era la enfermedad manifestada, solo que en la residencia la llevaban  a revisión y me dijo que no quería hacerse más análisis que si algún día tenia algo ya no necesitaba saberlo ni hacerse más pruebas. Pero ella lo sabia. Les pidió a la residencia (en realidad les exigió porque ella era muy tozuda) que no me dijeran nada, que sería ella misma la que lo iba a contar, pero nunca lo hizo abiertamente. Pero los últimos meses hablamos mucho de la vida, de la muerte, de donde vamos y de donde venimos. Cuando iba a verla le leía mi último libro y algo en mi también sabía que era nuestro proceso final. Yo misma retardaba la lectura del libro pues era como si al terminarlo ella se iría… y así fue. 
Unas cuatro semanas después de terminar el libro se manifestó la enfermedad de forma más aguda e ingresó en el hospital. Allí hicimos ambas nuestro camino final juntas.
Cinco días de Amor, Rendición, Perdón, Paz y Entrega donde ella se quedó sin poder hablar y con parálisis en la parte derecha de su cuerpo, pero escuchándome y recibiendo el Amor que yo le daba. Estaba la mayor parte del tiempo dormida, despertó un par de veces y en esos momentos encontró siempre mi mano y mi voz que le daban consuelo. Agradezco infinitamente a Dios que despertó cuando yo estaba junto a ella y que yo pudiera aportarle Paz mediante mi reflejo. 
Todas las horas junto a ella me mantuve meditando y ocurrió algo muy curioso:
Los médicos, las enfermeras, el personal del hospital que oías en los pasillos con nerviosismo, al entrar en nuestra habitación  se transformaban en paz y compasión. Estuvimos muy bien acompañadas, rodeadas de amor y luz todo el tiempo aunque la habitación de urgencias pudiera parecer oscura y triste estaba llena de luz interior, se produjo el cambio exterior y los dos últimos días estuvimos en una habitación mas iluminada y tranquila.
Finalmente partió y en mi corazón no quedó ni un rasguño, ni pena, ni dolor, solo Amor, todo estaba sanado.
Ella se fue al cielo ¿qué mejor lugar para estar? ¿qué mejor regalo que la paz de Dios? Y se que la tiene porque yo la tengo. Porque solo existe una de nosotras.
Te amo mama.

A continuación comparto lo que leí sobre ella en su ceremonia:

Mi Madre:

La mujer que me dio la oportunidad de experimentar el amor en este mundo al traerme a el.
Ella estuvo en mi proceso de llegada y yo he estado en su partida. Se que fue muy duro para ella traerme porque ya lo había intentado antes y no salió bien, pero ella insistió, se cuidó durante todo el embarazo en cama para que yo naciera bien y me hablaba para que estuviera tranquila y que supiera que era muy querida.
Y esto he hecho  yo con ella  en su partida, estar a su lado y hablarle con amor para que se fuera llena de El. Tal y como yo llegue a este mundo con Amor, ella partió hacia el cielo.
Podría hablar todo un libro sobre ella, su vida y todo lo que compartimos:

·      Mi niñez
·      Mi hermano
·      Mi adolescencia
·      La partida de mi padre
·      Nuestro luchar juntas
·      Nuestra relación sanada

Pero no contaría nada que fuera distinto a decir:

Fue una relación de AMOR

Toda la vida la dedicamos a deshacer todo lo que obstaculiza que el Amor se manifieste. Todo lo que sucede que parece que es importante durante nuestra experiencia de vida en esta tierra, en realidad solo ocurre para que podamos manifestar el amor incondicional.
Y ese amor cuando es mas evidente, es en el Amor de una madre, cuando tenemos hijos lo sabemos. Como se les ama a ellos es como nos aman nuestras madres.
Si a veces ese amor parece no manifestarse así, la vida nos da la oportunidad de SANAR mediante una experiencia.
Hoy tengo un profundo agradecimiento a la Vida que me ha dado el regalo del Amor de mi madre y de que yo he podido sentir hacia ella ese mismo Amor tan grande.

Eso es lo único real y es lo único importante.
Se que mi madre vive, solo ha dejado el cuerpo.

Porque la Vida es Amor y el Amor es Eterno.

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