El perdón y tu hermano.

Hoy os quiero hablar de Josep, es mi hermano menor, nació con síndrome de Down profundo y autismo severo, nunca habló y no permite ser tocado más que por sus cuidadores, actualmente ya casi no ve, pues padece también problemas en sus ojos.

A lo largo de mi vida y en mi trabajo personal y espiritual empecé a trabajar con el perdón tal y como lo concebíamos en un principio, (alguien me hace algo “malo” y yo tengo que perdonar eso y a esa persona) gracias a “Un Curso de milagros” y a la escuela del perdón de Jorge Lomar he experimentado el verdadero perdón.

El verdadero perdón es PARA TODOS, no es para perdonar a aquel que te hace algo que juzgas como malo, en el verdadero perdón no hay juicio, podríamos llamarle UNION… pero ¿unión a que o a quién?

Unirte a la realidad de lo que eres a través de tu hermano, unirte a lo que Él es en realidad; no a lo que parece ser como personalidad con un cuerpo y unas circunstancias de vida, unirte a Dios con tu hermano.

Durante el proceso de integración en la escuela del perdón hubo un día que se habló sobre el caso de personas como mi hermano Josep y Jorge hablo de COMPASION RADICAL, estar con tu hermano y no ver en él la forma sino más allá de ella, ver la Realidad de lo que El Es, lo expresó con una frase: “mírale y dite: No le falta nada”. En ese momento cuando lo escuche pensé que me sería muy difícil ver a mi hermano Josep así, pero casi instantáneamente apareció un pensamiento en mi mente: “Para el Espíritu Santo es fácil UNETE a El…”

En la meditación del día siguiente así lo hice, perdoné a mi hermano, me UNÍ a él

(entiende el perdón no como un juicio sobre que él hizo algo mal, pues es totalmente inocente, sino a que mi visión de Josep no era correcta y pedí que se corrigiera mi modo de verle, en realidad me perdonaba a mí misma a través de Él.)

Me quedé muy en paz, pero sentía que necesitaba abrazarle, mi hermano, como he comentado al principio, además de síndrome de Down está casi ciego y tiene un autismo severo por lo que no se deja tocar prácticamente por nadie, solo para vestirle y las personas de siempre, cuando voy puedo cogerle la mano, pero un abrazo sentido y completo no es posible dárselo y yo sentía que tenía esa necesidad y en unos días después del perdón soñé esto:

Estaba con mi hermano, él era como siempre sin hablar, con sus gestos, pero algo era distinto… nos hemos abrazado profundamente en el sueño, para mí ha sido tan real y auténtico que al despertar no sabía dónde estaba al verme en mi cama, ha sido pleno, consciente y hermoso, no creo que pueda transmitir con palabras lo sentido porque va más allá de ellas… un Regalo del Cielo. Y he comprendido que todo es un sueño… también lo que vivimos al “despertar” por la mañana sigue siendo un sueño, que en la Realidad no hay límites, no hay separación, solo hay Amor y el ABRAZO es eterno, estamos todos juntos y…. A mi hermano ¨NO LE FALTA NADA” es completo… y yo también… SOMOS EL MISMO.

La semana pasada fui a verle y dimos un paseo cogidos de la mano (os comparto una imagen) todo fluyó, sonreía, cogía fuerte mi mano y andábamos al mismo compás, sentí que el tiempo estaba “parado” durante nuestro paseo compartido.  Le sentí tan completo y feliz que supe que Dios está con Él siempre y ese es el mayor Regalo. Gracias Josep TE AMO.

Ese ha sido el mensaje para mí de la experiencia de perdón radical, pero quizás también lo sea para los que tengan un familiar en condiciones similares, por esa razón lo comparto:

“No esperes un cambio en la forma del mundo que percibes al pedir un milagro de perdón, el cambio es interior (en el contenido) y ese milagro siempre se produce y te es posible ver más allá de la forma con la nueva Visión desde el Espíritu.”